miércoles, 13 de mayo de 2009

INFIERNO HIPNOTICO


n la solitaria noche,
en la profundidad del dolor,
donde los sueños no existen,
donde las fantasías
son meros sueños agonizantes;

Alla donde el sol es un mito
y las sombras deambulan sollozantes,
alla donde la noche perece
con un desquiziante amanecer
y los pensamientos sensatos,
se desvanecen en el tiempo;

Alla donde el cielo se viste de negro
y las tormentas de desesperación
consumen cada esperanza,
alla donde el sentir, es una ilusión cansada
y los oscuros mares de tristeza
ahogan la mas ferviente ilusión;

Alla donde el lúgubre
transitar de la vida,
no es mas que un simple
y absurdo intento de encontrar,
el fin de la cansada morada;

Alla donde los preciosos jardines,
llenos de ahogados gritos
y almas marchitas de dolor,
alla donde el último anhelo
se desvanece,
en un sublime y desgarrante anochecer;

Alla en la oscura necrópolis,
de los dormidos corazones,
mi alama, ahora solitaria,
con la mente impregnada a la locura,
descansa su alegría
y da paso a la más pura,
de sus agonías,
como un títere más,
del hirviente y sofocante dolor,
deambula mi alma,
por el nebulosos camino,
de la decadente vida,
desollada por las implacables
y desquiziantes heridas.

Hasta que mi cuerpo,
quede envuelto en la fiebre,
de la fria muerte
y la luz de mis ojos se extinga,
junto con el llanto,
que de ellos emana tristemente
y los restos de mi desgarrado corazón,
que ahora reposan,
en el desolado silencio,
de la solitaria noche,
decaigan en el brillo,
de la exiliada luna.

Alla en ese hipnótico infierno,
mi alma permanece sentada,
entre absurdas letanias a la muerte,
en su febril demencia,
espera su fatídica caída,
ansia despertar en el caos,
llamado eternidad....

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